Todos beben de la sabia del árbol de la verdad, cada uno bebe una porción obteniendo un trozo de verdad, una verdad distorsionada, descompuesta, no total pero que guarda dentro suyo la verdad de su principio, la raíz de su magia, aquella que desarma sus frutos, acorta sus extremidades, anula toda fraccion volviéndola a su origen, a su unidad.
Todos se aferraron a su porción de la verdad y se apartaron mutuamente, desdeñando del resto. Hasta que un día dos de ellos volvieron a verse, y por una simple casualidad, o designio de la naturaleza, compartieron sus verdades, y se volvieron más fuertes que el resto, más cercanos a la verdad primera...
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